domingo, 2 de septiembre de 2012

Lo que nos cuesta el rescate del sector financiero



Aunque el verano no se acaba, estacionalmente hablando, hasta el 21 de septiembre, hoy ocurren una serie cosas que hacen caer el estado de ánimo propio del verano, casi siempre jovial y algo eufórico, ya que es la fecha en la que la mayoría disfruta las compensaciones de un ajetreado año de trabajo.

Para la vuelta al trabajo no sólo se impone el consabido síndrome postvacional, sino que nos encontramos con que el IVA ahoga a los autónomos y a las familias el IVA impone la cuesta de septiembre. Una cuesta que se atisba dura ya que viene en una fecha en la que deben hacerse compras especiales, los libros, material escolar y vestuario de los niños en edad escolar. La factura de estas compras puede suponer para muchas familias un pago inabordable, con lo que tendrán que prescindir de algunos de los productos que en estas fechas habitualmente se adquieren, o bien endeudarse mediante tarjetas de crédito rápido cuyos costes podrían calificarse de "usura", para poder salir del bache.
Junto con estos productos se encarecen los servicios culturales, "no es bueno que la gente gaste su dinero en formarse", deben decir quienes rigen nuestros destinos, ya que si tenemos ciudadanos formados, podrán ser, asimismo críticos con todo aquello que no les parezca adecuado. Si promovemos la formación de los ciudadanía estaremos creando una ética independiente que podrá juzgar todas nuestras acciones, y que no se someterá a la voluntad de las élites que promuevan las condiciones de vida.

Una ciudadanía consciente sin duda replica cuando se atenaza mediante impuestos abusivos y con dichos impuestos el gobierno se adelanta a Bruselas e inyecta dinero a Bankia, cosa que no se hace con la debida transparencia, no en balde Europa evitó inyectar las ayudas a Bankia por falta de información, en cualquier caso, está claro cuales son las prioridades de un gobierno que supuestamente representa a los españoles, aunque no cumpla con su programa preelectoral, y aunque no cuente con la aprobación de la ciudadanía  respecto de ninguna de sus medidas.

Rescatan a inversores y especuladores en lugar de destinar sus fondos a la prestación de servicios a la ciudadanía, por contra a partir de hoy la reforma sanitaria deja sin asistencia a miles de personas, que son más vulnerables en su salud, por disponer de menores medios. El gobierno no tiene en cuenta que estos recortes pueden ser un arma de doble filo, ya que además de ser una injusticia pueden agravar las condiciones de salud de toda la población. Si un inmigrante entra en España portando algún virus extraño y no es tratado, puede derivar en contagios y posibles epidemias, lo que supondría gastos mayores.

Las medidas llevadas a cabo tienen como consecuencia la subida del paro hasta un máximo histórico en el segundo trimestre, lo cual generará sin duda más crisis, más desigualdades y más injusticias.